En ocho años sería aplicado el aumento de la cotización obligatoria como parte de la reforma de pensiones que se implementará en este gobierno. Si bien el ítem pensiones es una de sus prioridades, la gradualidad en su implementación será una de las características.
Así, para alcanzar gradualmente el 4% adicional de ahorro obligatorio que plantea la autoridad -con cargo al empleador- la cotización individual se incrementará 0,5 punto por año a partir de que se apruebe la iniciativa, según confirmó el Ministerio del Trabajo.
Como ha señalado el titular de esa cartera, Nicolás Monckeberg, la idea es aprobar la reforma previsional a finales de este 2018. De esta forma, se espera que el 2026 los trabajadores ya empiecen a cotizar por el 14%.
“Es fundamental que el aumento de la cotización obligatoria sea gradual, no puede hacerse de una sola vez. El sistema previsional también conversa con el mercado laboral y tenemos que buscar la manera en que éste se vaya robusteciendo”, dijo ayer la subsecretaria de Previsión Social, María José Zaldívar, en la comisión de Desarrollo Social de la Cámara Baja.
Críticas: “Gradualidad excesiva”
Ante el anuncio han salido voces críticas. El ex superintendente de Pensiones, Alejandro Ferreiro, señala que “es una gradualidad excesiva que, a mi juicio, no da cuenta adecuadamente de la urgencia de aumentar los niveles de ahorro”.
El abogado Hugo Cifuentes indica que “si va todo a la cuenta individual eso solo beneficiará a generaciones futuras y nada de eso se estaría distribuyendo en quienes están afectados por las bajas pensiones”.
El gerente general de la Asociación de AFP, Fernando Larraín, señala que “hay una urgencia por subir pensiones hoy, que aunque no hubiera una gradualidad en la tasa de cotización no se resuelve el problema respecto de los actuales pensionados o los próximos a pensionarse”.